«Es un gran consuelo para mí recordar que el Señor, a quien me había acercado con fe humilde e infantil, ha sufrido y muerto por mí, y que me mirará con amor y compasión.»
«Es un gran consuelo para mí recordar que el Señor, a quien me había acercado con fe humilde e infantil, ha sufrido y muerto por mí, y que me mirará con amor y compasión.»