«Me gustan las comas. Detesto los puntos y comas: no creo que tengan cabida en una historia. Y hace tiempo que dejé las comillas. Me di cuenta de que no las necesitaba, que eran motas de mosca en la página.»
«Me gustan las comas. Detesto los puntos y comas: no creo que tengan cabida en una historia. Y hace tiempo que dejé las comillas. Me di cuenta de que no las necesitaba, que eran motas de mosca en la página.»