«Recuerdo a mi madre arrodillada frente a un armario de nuestra casa, acunando con ternura su vajilla de boda. Nunca utilizamos los platos; ella murió a los 40 años sin permitirse nunca disfrutar de aquellas preciosas piezas. Me dije a mí misma que utilizaría mis preciados objetos.»

Written by Roma Downey

Leave a Comment